miércoles, 30 de diciembre de 2009

¿Cuál es el efecto en las expectativas de los agentes económicos de la publicidad de un banco central?

La interrogante anterior pudiera ser el título de una artículo científico de ma-croeconomía, pero no. Esta pregunta hay que formularla ante la “política” del Banco Central dominicano, de publicar páginas completas en los diarios de circulación nacional en las cuales difunde comunicados, notas de prensa, informes y hasta discursos in extensos de su gobernador, Héctor Valdez Albizu.

La más reciente publicación se produjo el martes recién pasado, cuando la institución emisora difundió un “comunicado” de un “informe” preliminar del comportamiento de la economía dominicana en el 2009 y “perspectivas” para el 2010.

Ese día en los diarios impresos, el comunicado de marras ocupaba dos páginas completas, a lo que se sumaba otra media página en la que se resumía el contenido del mismo mediante una “nota de prensa”.

Sin dudas que el susodicho comunicado pudo haber sido mucho menos extenso si su intensión no hubiese sido hacer de apología de la política económica del Gobierno de Leonel Fernández, incluidas las propias autoridades del Banco Central.

No se entiende como un país que viene -para usar las palabras del Banco Central- de “sortear” los “desbastadores efectos de la “Gran Recesión”, se gaste millones de pesos en intentar explicar que este supuesto éxito se debió a la política implementada por el Gobierno.

Mucho menos parece ser plausible, que sea un Banco Central que cada año cierra con un cuantioso déficit en sus operaciones, el que se presta a gastar dinero en publicaciones de este tipo.

Nadie se se cree el cuento que el objetivo de comunicados como el aludido, es “un esfuerzo por mantener a la opinión pública debidamente informada” como afirma el Banco Central en el párrafo introductorio de la publicación.

Sin tener que leerse el documento completo, se puede apreciar en el último párrafo que el objetivo del comunicado del Banco Central del pasado martes, así como el de múltiples publicaciones de la misma naturaleza es atribuirse los supuestos éxitos de la política económica, en este caso de la monetaria. Dicho párrafo textualmente dice:

“En síntesis, el Banco Central de la República Dominicana considera que los resultados esperados al cierre del presente año de las principales variables macroconómicas, indicarían que la política económica implementada por el Gobierno Dominicano ha logrado sortear con éxito los embates de la denominada “Gran Recesión y sus devastadores efectos sobre el bienestar global. La recuperación de la economía mundial de la mayor crisis experimentada en los últimos ochenta años representa una oportunidad para relanzar la economía por senderos de crecimiento similares a los niveles alcanzados después de la crisis bancaria 2003-2004, lo que permitiría al Gobierno Dominicano aumentar el gasto social, reducir la pobreza y mejorar la distribución del ingreso”.

Ninguna institución productora de estadísticas que se respete en cualquier país del mundo, gastaría su tiempo y dinero en publicar comunicados como el del pasado martes del Banco Central. Basta tomar las notas informativas que publican instituciones modelos como la oficina de estadísticas de la Unión Europea o el Buró de Análisis Económico de los Estados Unidos (BEA por sus siglas en inglés), para entender que el comportamiento del Banco Central Dominicano, es más parecido a el de un comité de un partido político en el gobierno que el del ente “rector de la política monetaria” que dice ser.

Aclaro, no se trata de censurar que el Banco Central publique información de la economía dominicana, obviamente como diría cualquier micro-economista, más es preferido a menos; lo que se alude es es que, al menos debe guardar las fórmulas y comportarse como un ente técnico que se supone es y sobre todo, ser más austero. Lo que de paso implicaría suprimir los anuncios en la televisión, la radio y medios escritos en los cuales el Banco Central se presenta, incluido su Gobernador, como una mercancía cualquiera, la cual nosotros, los desinformados demandantes debemos comprar.

Obviamente, participamos de un mercado donde hay grandes asimetrías de información, que con comentarios como este espero ir reduciendo.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Un Congreso decorativo

¿Cuál es el papel que debe jugar el Congreso en las políticas públicas, si no es capaz de discutir de forma responsable y técnica el Presupuesto Nacional?

¿Para qué un Congreso donde sus miembros bien pagos por demás, gozan de privilegios económicos y el manejo de fondos de manera discrecional como el famoso “barrilito”, si luego no tienen la suficiente autonomía de modificar el presupuesto de la Nación?

¿De qué democracia se habla en este país si el Congreso está lleno de autómatas que se limitan a votar lo que el Ejecutivo les envía?

¿Cuál es el grado de independencia de los poderes públicos si los congresistas aprueban o no las leyes, en función de los intereses del Ejecutivo de turno, no el de la mayoría nacional?

Lo ocurrido este jueves en el Senado de la República, constituye un capítulo más de la vergonzosa novela que va escribiendo la clase política dominicana, en este caso particular el gobernante Partido de la Liberación Dominicana, y otros partidos minoritarios, incluyendo el Reformista que le siguen el juego.

El Proyecto de Presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos Públicos 2010, el Senado lo declaró de urgencia y en dos lecturas consecutivas lo aprobó tal cual lo envío el Poder Ejecutivo.

De nada valió la incidencia pública de los grupos que luchan por una mayor equidad y justicia social en la asignación de los recursos públicos, que señalaron con toda certeza que la inversión social de nuevo quedaría relegada a planos secundarios.

Tampoco de nada sirvió la llamada de atención de economistas independientes, acerca del incremento de la deuda pública y la autorización a manejar las finanzas del país de manera deficitaria para luego recurrir al financiamiento (deuda).

En los próximos días, la novela la seguirán escribiendo, más deuda, más contratos oscuros… y así los días, así los meses, así los años seguirán pasando; sencillamente estamos ante la presencia de un Congreso decorativo.


José Heriberto Almonte Martínez

lunes, 7 de diciembre de 2009

Entrevista con Jeff Dayton-Johnson, economista jefe para América Latina y el Caribe del Centro de Desarrollo de la OCDE.


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