Implicaciones del Acuerdo de Reciprocidad Comercial con la Unión Europea Para la Economía Dominicana
Por José Heriberto Almonte M.
En la actualidad, la República Dominicana se encuentra en el proceso de negociación de un acuerdo de reciprocidad comercial con la Unión Europea. Recientemente, el economista H. Galván, del Centro de Investigaciones Económicas para el Caribe (CIECA), ha publicado un estudio titulado “Sensibilidades comerciales, productivas y fiscales de la República Dominicana ante los Acuerdos de Asociación Económica –AAE - CARIFORUM-UE. Como lo sugiere el título, el autor intenta explicar, con las limitaciones estadísticas que tiene nuestro país, los posibles impactos que tendría este acuerdo de reciprocidad comercial en los renglones mencionados de la economía dominicana.
El análisis de sensibilidad se desarrolló a partir del estudio de los capítulos del Sistema Armonizado. El procedimiento fue analizar de manera minuciosa los principales productos de dicho capítulo, estableciendo así los criterios básicos de selección. Luego que se seleccionaron los capítulos o grupos de productos, y después de desagregarlos en los productos más significativos del capítulo, pasaron a formar parte del análisis los aranceles efectivos, las restricciones no arancelarias (si existían), y otras variables que permitieran hacer análisis de sensibilidades.
De acuerdo a este estudio, 16 capítulos del sector manufacturero de la República Dominicana podrían ser sensiblemente afectados como consecuencia de un acuerdo de reciprocidad comercial con la Unión Europea. Por otra parte, al hacer el análisis por productos, se encontró que 61 de 18 capítulos resultarían ser los más afectados.
Al comparar los 61 productos sensibles y la capacidad productiva de la República Dominicana contenida en el Directorio Industrial elaborado por el Banco Central, los sectores potencialmente sensibles ante un acuerdo de reciprocidad comercial con la Unión Europea serían la elaboración de productos alimenticios y bebidas. En ese sentido se destacan los derivados lácteos, las bebidas no alcohólicas y refrescantes, las pastas alimenticias, los productos de harina y por último la fabricación de bebidas alcohólicas. Otras actividades potencialmente sensibles serían la fabricación de muebles, la fabricación de productos de metal a excepción de maquinarias y equipos, fabricación de algunos impresos y por último la fabricación de productos minerales no metálicos.
Además del anterior se identificó un segundo grupo de actividades que serían potencialmente sensibles, pero que no se encuentran protegidas con altos aranceles. En este grupo se destacan la fabricación de leche para consumo infantil y de otro tipo, fabricación de impresos como libros, folletos y billetes de banco. También entrarían en el mencionado grupo, la fabricación de ciertas sustancias y productos químicos, fabricación de láminas y rollos de hierro, aluminio y aleaciones. Por último, dentro de los productos del sector primario, y que están sujetos a contingentes arancelarios se encontró como potencialmente sensible la fabricación de leche en polvo.
Por la parte fiscal, se esperaría que ante la aplicación del acuerdo, los ingresos por concepto del desmonte arancelario de productos provenientes de la Unión Europea, representaría un 0.25% del PIB dominicano. Esto así, porque las pérdidas de ingresos fiscales por concepto del desmonte de aranceles a los productos importados desde la Unión, es menor que el total de ingresos que percibe el gobierno por gravar el comercio exterior. Sin embargo, el efecto del desmonte de aranceles a los productos procedentes de dicha región, podría generar una desviación del comercio, con lo cual el impacto fiscal sería mayor.
Aunque podría ser muy prematuro, para medir el impacto de la posible entrada en vigencia del referido acuerdo comercial, debemos decir que es válido el esfuerzo que hace el colega Galván. Los resultados del estudio están ahí, falta esperar las consecuencias finales de las negociaciones, y tratar de hacer un estudio de impacto definitivo, si es que las limitaciones estadísticas del país lo permiten.
En la actualidad, la República Dominicana se encuentra en el proceso de negociación de un acuerdo de reciprocidad comercial con la Unión Europea. Recientemente, el economista H. Galván, del Centro de Investigaciones Económicas para el Caribe (CIECA), ha publicado un estudio titulado “Sensibilidades comerciales, productivas y fiscales de la República Dominicana ante los Acuerdos de Asociación Económica –AAE - CARIFORUM-UE. Como lo sugiere el título, el autor intenta explicar, con las limitaciones estadísticas que tiene nuestro país, los posibles impactos que tendría este acuerdo de reciprocidad comercial en los renglones mencionados de la economía dominicana.
El análisis de sensibilidad se desarrolló a partir del estudio de los capítulos del Sistema Armonizado. El procedimiento fue analizar de manera minuciosa los principales productos de dicho capítulo, estableciendo así los criterios básicos de selección. Luego que se seleccionaron los capítulos o grupos de productos, y después de desagregarlos en los productos más significativos del capítulo, pasaron a formar parte del análisis los aranceles efectivos, las restricciones no arancelarias (si existían), y otras variables que permitieran hacer análisis de sensibilidades.
De acuerdo a este estudio, 16 capítulos del sector manufacturero de la República Dominicana podrían ser sensiblemente afectados como consecuencia de un acuerdo de reciprocidad comercial con la Unión Europea. Por otra parte, al hacer el análisis por productos, se encontró que 61 de 18 capítulos resultarían ser los más afectados.
Al comparar los 61 productos sensibles y la capacidad productiva de la República Dominicana contenida en el Directorio Industrial elaborado por el Banco Central, los sectores potencialmente sensibles ante un acuerdo de reciprocidad comercial con la Unión Europea serían la elaboración de productos alimenticios y bebidas. En ese sentido se destacan los derivados lácteos, las bebidas no alcohólicas y refrescantes, las pastas alimenticias, los productos de harina y por último la fabricación de bebidas alcohólicas. Otras actividades potencialmente sensibles serían la fabricación de muebles, la fabricación de productos de metal a excepción de maquinarias y equipos, fabricación de algunos impresos y por último la fabricación de productos minerales no metálicos.
Además del anterior se identificó un segundo grupo de actividades que serían potencialmente sensibles, pero que no se encuentran protegidas con altos aranceles. En este grupo se destacan la fabricación de leche para consumo infantil y de otro tipo, fabricación de impresos como libros, folletos y billetes de banco. También entrarían en el mencionado grupo, la fabricación de ciertas sustancias y productos químicos, fabricación de láminas y rollos de hierro, aluminio y aleaciones. Por último, dentro de los productos del sector primario, y que están sujetos a contingentes arancelarios se encontró como potencialmente sensible la fabricación de leche en polvo.
Por la parte fiscal, se esperaría que ante la aplicación del acuerdo, los ingresos por concepto del desmonte arancelario de productos provenientes de la Unión Europea, representaría un 0.25% del PIB dominicano. Esto así, porque las pérdidas de ingresos fiscales por concepto del desmonte de aranceles a los productos importados desde la Unión, es menor que el total de ingresos que percibe el gobierno por gravar el comercio exterior. Sin embargo, el efecto del desmonte de aranceles a los productos procedentes de dicha región, podría generar una desviación del comercio, con lo cual el impacto fiscal sería mayor.
Aunque podría ser muy prematuro, para medir el impacto de la posible entrada en vigencia del referido acuerdo comercial, debemos decir que es válido el esfuerzo que hace el colega Galván. Los resultados del estudio están ahí, falta esperar las consecuencias finales de las negociaciones, y tratar de hacer un estudio de impacto definitivo, si es que las limitaciones estadísticas del país lo permiten.
entrada de José Heriberto Almonte Martínez a las
17:13
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