¿La economía, los economistas, los especuladores o los políticos?

“ ¿Acaso es solo una cuestión económica que en los años an-
teriores se haya dejado que los especuladores multimillonarios pu-
dieran hacer lo que les viniera en gana, que las autoridades
hicieran la vista gorda ante los engaños y las trampas contables de
los grandes financieros?”

“ ¿Acaso es una mera cuestión económica que los banqueros
sean prácticamente impunes, que no tengan que responder por
sus comportamientos avariciosos?”

“ ¿Acaso la apuesta por un modelo económico basado en la
especulación inmobiliaria y en el endeudamiento teledirigido, en
el empleo precario de millones de personas y en la cuasi esclavitud
de miles de inmigrantes es una decisión solamente económica?
¿Alguien cree de veras que el dedicar billones a apoyar a los
bancos que han provocado la crisis y negarse a financiar la lucha
contra el hambre que ellos mismos provocan es un asunto simple-
mente económico?"

Con estas preguntas termina su libro Juan Torres López: “La Crisis Finaciera. Guia para Entenderla y Explicarla”.

Inmediatamente se responde: “Creemos que no. La auténtica debacle tiene que ver con nuestros principios, con el inmoral orden de preferencias que hoy día prevalece en nuestras sociedades”.

Para él hay tres culpables de la crisis: los poderosos, los gobernantes y los ciudadanos. “Los primeros se lo quieren llevar todo, los segundos los dejan
hacer y una inmensa mayoría de la gente guarda silencio mientras
tanto”.

El libro de Torres, el cual ha circulado en formato electrónico, se publicó en octubre del 2009.

También en el 2009, pero en noviembre, el economsta Dani Rodrik publicó un artículo, titulado: “Culpen a los economistas, no a la economía”, en el que argumentaba que los culpables de la actual crisis, eran los economistas, no la economía, como bien el título de trabajo sugiere.

Tras la crisis primero inmobiliaria, luego financiera, y por último real, son muchas las explicaciones que se han intentado buscar y por supuesto, culpables. De paso, la economía y los economistas, se han disputado llevarse el galardón.

Decir, los economistas, como señala Rodrik, es meter a mucha gente en un solo saco. Los economistas que él habla que son los culpables, fueron justamente aquellos, que con sus bellos modelos matemáticos-econométricos, argumentaban una y otra vez, que los mercados eran capaces de autorregularse. Esos arrogantes, que no aceptaban las críticas de nadie, y que han convertido la profesión en una especie de ingeniería-computacional, con la pretensión (a veces no) de ser una ciencia social.

Pero pienso, sin querer con ello demeritar el planteamiento de Rodrik, que la posición de Torres es más completa, y mucho más de justicia social, y además va a la raíz del problema.

En estos tiempos de crisis, parece ser que la economía como profesión también lo está. Fuera de cualquier discusión en términos de paradigmas teóricos.
Es claro, que hay planteamientos alternativos de cómo hacer ciencia económica, de economistas muy distinguidos. Pero esos son los menos, y lamentablemente han predominado los más liberales. Entendiéndose por liberales, a los que propugnan por dejar actuar al mercado libremente sin ningún tipo de regulación, incluyendo las operaciones especulativas.

Sin dudas, hay que regular la economía como actividad, la actuación de los economistas como profesionales, y sobre todo, la de los actores del mundo financiero, ya que son estos últimos, culpables más que nadie de lo que pasa en la actualidad, junto a la inacción de los políticos.

Pero como dice Juan Torres López, también la gente tiene que actuar. Movilizarse