sábado, 20 de marzo de 2010

Por el oro... la Barrick Gold...

Desde tiempos de la Colonia, el oro en esta isla, en nuestro continente, es sinónimo de muerte, saqueo. Ayer fueron los españoles de oro sedientos, que convirtieron a “nuestros indios vivos en cristianos muertos”. Hoy, la Barrick de Busch, Hans Hertel, Cisneros, Víctor Díaz Rua, entre otros, de nuevo traen la muerte a la isla.

Han pagado sus comisiones a legisladores que aprobaron un contrato sin leerlo. Cuentan con relacionistas públicos del “más alto nivel”: El “ministro” de Industria y Comercio, Monchi Fadul, el “director” de minería Octavio Lépez, el “ministro” de Medio Ambiente, Jaime David Fernández Mirabal, los “presidentes” de la Cámara de Diputados, del Senado, periodistas, en fin la gente de “poder”.

La Barrick Gold hizo modificar el contrato original que el Estado dominicano firmó con la Placer Dome, que según los expertos era mucho más beneficioso para el país. Para hacer eso, la única manera posible fue el Lobbysmo, el pago de legisladores, el pago de peaje entre ministros, directores, periodistas, etc.

No quiero ser radical, y pedir que dejemos enterrado en la tierra nuestro oro, pero definitivamente que este proceso de la Baririck Gold es sumamente bochornoso.

Cada vez sale más pus en la actuación de la Barrick Gold en nuestro país.

Cientos de empleados (para usar la versión de la propia Barrick, la cual es validada por su portavoz, el Gobierno) terminaron intoxicados. De momento nadie sabe la causa real. La minera en principio quería decir que no era nada; luego, ante lo evidente, tuvo que medio admitir que los empleados se intoxicaron, intentando minimizarlo y queriendo dejar entre ver que no era nada grave.

El Ministerio de Salud, de manera descarada, sin antes investigar, se prestó a validar su versión. Es de público conocimiento, que a los técnicos del Ministerio de Salud, de Medio Ambiente, de la Academia de Ciencias, de la UASD, a la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, les fue impedido entrar a la minera para indagar lo que pasó.

A raíz de las intoxicaciones, también nos hemos enterado, que la mayoría de los empleado afectados por el problema fueron peruanos. Pero eso no es nada, ahora también se sabe, que esos trabajadores están en condiciones ilegales en nuestro país, ya que según versiones totalmente creíbles, ingresaron a suelo dominicano en condición de turistas, y ahora son obreros.

Días después, de la intoxicación masiva, el funesto “ministro” de Industria y Comercio, se destapó diciendo, que lo que le hacía falta a la minera, era llevar a cabo más promoción. Inadmisible su planteamiento. A Monchi le pagamos su sueldo de Ministro, y todos sus privilegio, los dominicanos. Si quiere ser relacionista público de la Barrick no lo objeto, pero que renuncie a sus funciones públicas y que pase a ejercer las privadas con la minera asesina.

De nuevo, no quiero ser radical, y pedir que dejemos enterrado en la tierra nuestro oro, pero definitivamente que este proceso de la Baririck Gold es sumamente bochornoso. No pediré revisión de contrato, no quiero que asuman mayores compromisos ambientales, no me interesa que paguen más impuesto, ni más beneficios al fisco. Quiero simplemente que se larguen. Fuera de nuestro país!

A partir de ahora, me convierto en un adorador del oro de nuestro nuestra tierra. Que se quede ahí debajo de la tierra, pero jamás que aporte beneficio a terroristas asesinos como estos de la Barrick Gold, y del Gobierno de Fernández.

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