¿Puerto Plata una ciudad moderna?

Según el presidente Leonel Fernández, Puerto Plata “está a la altura de una ciudad moderna...” (Hoy, 24/04/2010). De acuerdo al mismo diario, Fernández dijo que en dicha ciudad “el Gobierno construye modernas infraestructuras”.

Me pregunto, qué hace pensar a Fernández que Puerto Plata es una ciudad “moderna”. De qué modernidad se puede hablar, si es una ciudad que ni cuenta con accesos adecuados por vía terrestre, por lo qué está prácticamente incomunicada con Santiago, que es la provincia más cercana y la de más importancia en la Región Norte (y vía casi obligada para comunicarse con la capital del país). La carretera Puerto Plata-Navarrete tiene extrema dificultades para ser transitada, sobre todo en el tramo de la Colorada, donde lleva años sin pavimento; varios puentes son un peligro público que amenazan con desprenderse en cualquier momento; además, esta carretera está llena de hoyos que la hacen intransitable. La carretera Turística, que también une a Puerto Plata con Santiago, pero por la comunidad de Gurabo, igual se encuentra intransitable, con enormes derrumbes, que en muchos tramos la convierten en una sola vía.

Puerto Plata, provincia y ciudad pionera en el turismo en la República Dominicana, al día de hoy no recibe un solo turista de crucero. Y esto se debe justamente a su atraso, que se expresa en la carencia de un puerto adecuado, y en el abandono del centro histórico y el entorno del puerto. Antes, los puertoplateños se confundían en las calles de la ciudad con los turistas-cruceristas.

Las edificaciones de “estilo victoriano”, uno de los símbolos distintivos de Puerto Plata, se han ido perdiendo de manera progresiva. Unas, porque de manera irresponsable, las autoridades han permitido que sus propietarios las destruyan para construir otras edificaciones más “modernas”; otras porque sus dueños no cuentan con los recursos para su reparación. Muchas también los propietarios han optado por incendiarlas, para así tener una excusa para construir en otro estilo.

Lo lamentable es que hasta el propio PLD, del cual Leonel Fernández es presidente, ha participado de la eliminación de las casas de estilo victoriano. Un ejemplo de ello, es que la casa donde residía la profesora y escritora Aglae Echavarría, en la Antera Mota casi esquina Doctor Zafra, ahora es un local del PLD luego de ser destruida y cambiada su estructura.

La otra modalidad de turismo, el que llega por la vía aérea, también se encuentra sumida en una profunda crisis, por lo que en la actualidad decenas de hoteles se encuentran cerrados por falta de turistas. El que tenga dudas, solo tienen que observar las estadísticas de llegada de pasajeros no residentes (turistas) vía aérea por el Aeropuerto Internacional General Gregorio Luperón, para que note, que de tener una participación de más de 30% a mediados de los 90s, apenas ahora representa alrededor del 13% de todos los turista que llegan al país.

Si Puerto Plata, la ciudad principal de la provincia que lleva igual nombre, es una ejemplo de modernidad, por qué los datos de la Oficina Nacional de Estadística dicen que dicha provincia presenta una tasa de migración negativa, es decir, que los que han optado por salir suman más que los que han llegado. Hace par de décadas era todo lo contrario, Puerto Plata era un polo de atracción de inmigrantes del resto del país y del mundo, porque siempre ha sido una ciudad cosmopolita.

Fernández quiere reducir la modernidad de la ciudad, a la reconstrucción de la Avenida Manolo Tavarez Justo (Circunvalación Sur) y la General Gegorio Luperón (Malecón). Pero ésta última ni siquiera cuenta con drenaje pluvial adecuado.

También en el malecón, el Gobierno gastó millones de pesos, para llevar arena blanca y “restaurar” una playa, que al cabo de unos meses, de nuevo la erosión se llevó la arena al mar, dejando el lugar como estaba antes o peor.

La ciudad moderna que habla Fernández no cuenta con un sistema de transporte, limitándose al ruidoso-contaminante motoconcho.

Es una modernidad pero sin oportunidades de empleo. Y es que además de la crisis, del turismo, en los dos municipios más cercanos (Imbert y Monte Llano), sus respectivos ingenios fueron cerrados, debido al fracaso del proceso de “capitalización desarrollado justamente por Fernández. Del parque de Zonas Francas, sólo queda del nombre.

Puerto Plata no cuenta además con sistema de drenaje pluvial, y muestra de ello es que hace unos meses, luego de varias horas de lluvia, gran parte de la ciudad quedó prácticamente destruida, dejando pérdidas millonarias, varias personas con sus casas destruidas y una persona muerta.

La ciudad moderna de Loenel Fernánde y Walter Musa, la bienvenida que da a los que la visitan, es un vertedero de cielo abierto justamente en su entrada y a escasos metros de dos proyectos turísticos.

El ejemplo de modernidad, no cuenta con un teatro, ni con cine (Cinemar es para los turistas y los ricos, ya que está ubicado en el complejo Playa Dorada).

En resumen, parece que en Puerto Plata, al hablar, Leonel Fernández no pudo contener sus muletillas construidas por sus asesores de comunicación y se destapó diciendo que estaba ante el ejemplo de una ciudad moderna. Por supuesto, no podía faltar la palabra progreso. Pero la realidad es más elocuente que las palabras, y el que dude lo que digo, lo invito a visitar a Puerto Plata, y comparar las palabras de Fernández con la realidad, para que como decía el programa aquel: “sea usted el jurado”.